martes, 3 de enero de 2012

Sobre la segunda República Española

El día 12 de abril de 1931 comenzó una etapa de la Historia de España que no por ser corta está carente de interés. Fue, de hecho, una etapa muy convulsa la que se abrió con las elecciones municipales celebradas dicho día, que dieron vencedores a los que formaban parte del Pacto de San Sebastián. Tras el exilio del rey, que atendió a las recomendaciones y se fue del país, dos días después, 14 de abril, se proclamó la segunda República Española, que sería presidida por Niceto Alcalá Zamora desde ese mismo día hasta el siete de abril de 1936, momento en que sería sustituido por Diego Martínez Barrio. Finalmente, desde el 10 de mayo de 1936 hasta la caída definitiva de la República, su presidente sería Manuel Azaña.

En los cinco años de República, se sucedieron un Gobierno Provisional, tras el cual los republicano-socialistas se hicieron con la victoria en las elecciones a Cortes Constituyentes el 28 de junio de 1931, y tras ellos otros dos bienios de distintos gobiernos y una corta etapa final bajo el mando del Frente Popular. Dada la marginación que sufrieron las derechas en la elaboración de la Constitución de 1931, la Constitución que resultó fue de un marcado progresismo, y algunos de sus puntos fueron difíciles de aceptar para las fuerzas conservadoras, entre otros el matrimonio civil, el divorcio y el laicismo del Estado. España quedó constituida como una “República democrática de trabajadores de toda clase” con sufragio universal (también femenino) para los mayores de 23 años.

Redactada ya la Constitución, se convocaron elecciones y el 16 de diciembre de ese mismo año comenzó el llamado bienio social-azañista, durante el cual el presidente del gobierno fue Manuel Azaña, que pondría en marcha reformas varias y profundas en materia militar, educativa y agraria. Además, se iniciaron negociaciones con Cataluña que culminaron en la proclamación de la Generalitat catalana con l’Estatut de Núria. Debido a todo esto, el 10 de agosto de 1932 el general Sanjurjo protagonizó un golpe de Estado con la intención de lograr un giro de la República hacia la derecha, pero sin éxito. Sanjurjo fue juzgado y condenado a muerte, pena que sería conmutada.

Este bienio concluiría el 12 de septiembre de 1933, cuando la victoria electoral fue lograda por las derechas (la CEDA y los republicanos radicales de Lerroux), que gobernarían hasta el 16 de febrero de 1936. Al llegar al Gobierno, se concedió la amnistía para los sublevados de 1932, y Sanjurjo quedó libre con la condición del exilio. Se paralizaron las reformas, y, en medio de las tensiones, el 5 de octubre de 1934 las izquierdas llamaron a la huelga general. Las revueltas que se originaron fueron sofocadas rápidamente en Madrid; en cambio, en Cataluña la convocatoria tuvo cierto éxito, pero fue principalmente en Asturias donde estalló la llamada Revolución de Octubre. Las revueltas fueron finalmente sofocadas, la represión fue durísima y se llevaron a cabo infinidad de ejecuciones. Como castigo, el Estatuto catalán fue suprimido.

En 1936 el Gobierno estaba desgastado, y el escándalo del estraperlo había contribuido a su caída. Como consecuencia, la coalición de izquierdas que se presentó con el nombre de Frente Popular ganó las elecciones, declaró la amnistía para los encarcelador por la revolución de 1934 y puso de nuevo en marcha las reformas, al tiempo que alejaba de la capital a los generales que se sabían susceptibles de golpismo. Pero a pesar de esta precaución, el 17 de julio del año de las elecciones las tropas se sublevaron en áfrica, y al día siguiente la rebelión se extendió a la península, dando comienzo a la Guerra Civil que terminaría con el período republicano.

Vicent Soler Checa

1 comentario:

  1. Este artículo oculta información histórica relevante.
    En 1934, el presidente de la Generalidad, Companis, proclamó la independencia de Cataluña. En respuesta, fue encarcelado y suprimida la autonomía catalana.
    Tambié oculta otras cosas, pero lo dejaremos para más adelante, a ver si publican primero esta precisión.

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